Autoboicot
Cuando te das cuenta de que acabas de autoboicotearte (si es que te das cuenta) es una sensación bastante desagradable. Puede despertar enojo, frustración, culpa…
“¿Por qué no respondí ese mensaje?”, “¿Porqué me gasté ese dinero que necesitaba?”, “¿Por qué dije que NO cuando en realidad quería ir?”
Una vez más, “la fuerza que te controla” acaba de tenderte una trampa a ti mismo para detenerte e incluso hacer todo lo contrario a lo que realmente querías, y todo esto sin que siquiera te des cuenta de ello. ¿Te suena familiar?
Lo bueno es que sólo con comprender qué es el autoboicot y entender cómo funciona, como vamos a ver aquí, ya estarás dando un paso adelante para dejar de sufrir por esto. Así que comencemos…
¿Qué es el autoboicot?
El autoboicot o autosabotaje es como aquel dicho de “hacerse trampas al solitario”. Es el acto de ponernos trabas e impedimentos a nosotros mismos cada vez que nos ponemos en marcha con algo que queremos lograr.
Ejemplos:
→ Quieres conocer gente nueva pero cada vez que surge una invitación te pones una excusa para no ir.
→ Te has propuesto ahorrar dinero pero de repente por un impulso te gastas un montón en un sillón super caro para tu casa. A los días te
das cuenta de que no era algo tan necesario.
→ Te decidiste por comenzar a comer más sano pero te encuentras haciendo la fila para comerte un helado lleno de azúcar.
Y cualquier otra acción que llevas a cabo en la que te encuentras con la sensación de que estás yendo a “contracorriente” de tus propios intereses sin entender muy bien por qué.
¿Cómo funciona el autoboicot?
Si has estado buscando información sobre el autoboicot seguramente te habrás encontrado con que tiene que ver con los miedos, con la autoestima o con la falta de motivación u objetivos claros. Y si, pero hay más!
Personalmente, pasé años en terapias con diferentes enfoques y si bien tuve importantes avances, nunca llegué a ver exactamente cómo y porqué esto operaba dentro mío.
Y ahora que lo sé quiero contarte algo que estoy seguro que te ayudará a identificar a este saboteador interno: El autoboicot está íntimamente relacionado con salir de la zona de confort.
Es decir, es muy probable que aparezca en momentos que implican tomar decisiones o actuar para algún tipo de cambio importante o asumir alguna responsabilidad nueva.
Es en esos momentos teñidos de miedos, inseguridades o sensación de vulnerabilidad es cuando más solemos autoboicotearnos. Sin embargo, el autoboicot es solamente “el enviado” a detener cierta acción, es solamente la herramienta, lo que sucede en la superficie.
Lo que en realidad se está haciendo presente cuando nos autoboicoteamos son nuestras CREENCIAS LIMITANTES:
“No soy capaz de hacerlo”
“Esto no es seguro para mí”
“No merezco que todo salga bien…”
El autoboicot es como el defensor de estas creencias subyacentes, trata de que actúes de una forma que sostenga a la creencia, para así volver a confirmarla y que esta se arraigue más dentro de ti.
Para que justamente (valga la redundancia) sigas creyéndotela.
La pereza, el estrés, el desgano, e incluso la parte física como el cansancio o dolores pueden ser parte de esa manipulación inconsciente. Para que te hagas una idea de lo poderosas que son nuestras creencias.
¿Qué causa el autoboicot?
Como decíamos antes, la base de todo está en las creencias.
Todos los seres humanos tenemos creencias instaladas en nuestra mente subconsciente. Algunas nos expanden y nos hacen abundantes, otras nos frenan y nos restringen.
Lo que puede causar entonces el autoboicot es que tu (mente consciente) quieres una cosa, y tu mente subconsciente tiene una información almacenada que no coincide con eso. Entonces enciende la resistencia.
¿Por qué tu subconsciente no te apoya?
Como lo he vivido y se que genera frustración y enojo, quiero empezar por decirte que tu subconsciente en realidad quiere lo mejor para ti.
Solo que no tiene una inteligencia propia, digamos que no cuestiona ni compara, simplemente archiva información.
Imagínatelo como a un niño. A un niño tu le dices que hacer y va y lo hace, y luego lo sigue haciendo de esa manera, es lo que aprendió.
Y puede que te preguntes ¿entonces por qué me está frenando con autoengaños y autosabotajes?
Seguramente aquello que estás tratando de conseguir y con lo que te estás autosaboteando tenga una “memoria asociativa” de un estrés que quedó cristalizado en ti por alguna situación o experiencia que viviste en el pasado.
Un caso de ejemplo:
Supongamos que cuando tenías 10 años tu primer pareja te abandonó sin un motivo evidente que te hiciera sentido. Esa primer pareja que tan importante era para ti y de la cuál estabas “enamorado/a”.
Y eso te provocó mucho estrés que en aquel momento no supiste cómo gestionar porque no tenías los recursos.
Según como lo hayas vivido, y más que nada interpretado, ese hecho puede haber generado una memoria asociativa y/o una creencia limitante respecto a ese tema.
Ejemplos: “No merezco ser amado” o “No soy suficiente para mantener una relación de pareja” o “no puedo confiar en nadie”.
Hoy en día con 40 años, cuando vas a pedirle matrimonio a tu pareja o cuando has quedado con alguien que te gusta para una cita, puede que canceles a último momento. Se ha encendido la alarma del autoboicot.
Entonces los autoboicots son sistemas que sostienen una creencia que tiene una memoria asociativa cargada de estrés. Una memoria del pasado que sigue bloqueada e impidiendo que tu avances.
Tipos de Autosabotaje o Autoboicot
Existen muchos tipos de autosabotaje o autoboicot, sobre todo dependen mucho de cada ser humano y de su historia personal. Pero aquí te menciono los yo considero los más comunes:
1) Autosabotaje y procrastinación
La procrastinación es algo cada vez más común en las personas ya que cada vez más nos vemos sobregirados por cargas de trabajo y/o responsabilidades.
La procrastinación se trata de posponer las acciones que sé que debo hacer y cambiarlas por otras que me generan más satisfacción a corto plazo.
Puede que estas tareas estén asociadas con momentos de presión, malestar, estrés y que se hagan tan pesadas emocionalmente que escapamos ante algo que nos resulta más atractivo y fácil de realizar.
Aquí entran los clásicos “mañana seguro que lo hago…”
Personalmente, una forma de procrastinación con la que tuve que luchar bastante fue el multitasking. Es decir, el ponerse a hacer muchas cosas diferentes pero avanzar tan lento en cada una que no terminas nada.
Es un engaño bien grande porque te da la sensación de que estás haciendo mucho y sin embargo a nivel de resultados estás haciendo todo lo contrario.
Una de las áreas donde más solemos procrastinar es con las finanzas y las creencias relacionadas al dinero.
2) Autosabotaje y síndrome del impostor
Aquí la trampa suele estar muy relacionada a creencias como “no soy capaz” o “no estoy preparado”.
El síndrome del impostor es aquello que te hace sentir como un impostor por cumplir determinado rol o hacer algo.
Ej: Quieres hacer un video hablando de algún tema en instagram y te dices a ti mismo “¿Quién soy yo para hablar de esto? Debería tener cierto título sobre el tema para poder comenzar a expresarme…”
Esto no es real. Puede que si estás acreditado en conocimiento tengas más recursos, pero eso no quiere decir que no puedas hablar sobre un tema.
3) Dejar las cosas sin finalizar
Has pasado mucho tiempo escribiendo un libro o desarrollando algo y de pronto, lo dejas estancado. Sea porque un día te generó la sensación de que tu trabajo no era tan bueno o porque encontraste algo mejor; el hecho es que dejas el trabajo sin terminar.
Esto se pone en tu contra porque es un montón de tiempo y energía invertida que al no terminar de darle forma es prácticamente lo mismo que si no hubieras hecho nada.
Acabas de ser autoboicoteado y engañado nuevamente por la mente subconsciente y esto influye directamente en tu confianza y autoestima.
¿Miedo al éxito? ¿Tu éxito no es seguro para los que te rodean? Hay muchas posibilidades, la realidad es que no completas aquello que tu querías para ti.
Este suele darse en la etapa final de las cosas. Ejemplo: te levantas, vas al gimnasio temprano, haces toda tu rutina, y cuando queda el último ejercicio o repetición para completarlo todo al 100% te invaden unas ganas súbitas de retirarte del gimnasio. Por dentro de dices “bueh, esto es lo mismo que completado, me voy unos minutos antes y gano un poco de tiempo”, pero en el fondo te llevas la sensación de no haber cumplido y tu saboteador interno salió ganando.
Nota: El perfeccionismo es una forma de autosabotaje que pueden entrar en juego en este punto, como no es perfecto no merece la pena que lo termines.
4) Complacencia
Este autoboicot es el acto de priorizar las necesidades de los demás, o lo que tu crees que son necesidades de los demás, por encima de las tuyas propias.
Entonces dedicas un montón de tiempo y energía a estar pendiente de los demás mientras que sin darte cuenta te pones a ti mismo en un escalón más abajo.
Es algo así como un sentir de que todo lo que pasa es tu responsabilidad.
Es común que se dé en personas con padres que han adoptado un rol de víctimas en la vida (narcisistas) y que de alguna manera han sido poco “empáticos” con sus hijos. Y aquí Germán un vivo ejemplo de ello 😉
Aquí es cuando es menos visible para ti por el grado de lealtad que significa un padre o una madre para cualquier persona. Es muy difícil que te lo vayas a cuestionar, a menos que vayas a tu interior y revises cómo ocurrieron los hechos y cómo y porqué adoptaste esa postura.
O aún más sencillo, puedes hacerlo con una sesión de reprogramación en donde podamos descubrir el asunto detrás de tu comportamiento y neutralizarlo con unos simples ejercicios.
Y muchas otras más como el perfeccionismo, la comparación, la autocrítica desmedida, y más.
Autoboicot, cómo evitarlo?

Ahora qué sabes un poco más de que se trata esto, ¿qué opinas? ¿Te ha pasado? Te sientes indetificado/a?
Quiero compartirte algunos consejos para que puedas estar más consciente del autoboicot y así comiences a empoderarte:
1) Atención a los pensamientos:
Lo que más cuesta al principio es lograr estar más tiempo atentos a nuestros pensamientos. Y aquí está la clave, porque desde tus pensamientos, se producen tus emociones, y estas emociones producen el autoboicot o autosabotaje.
Tienes que hacer un esfuerzo extra por empezar a prestar atención a lo que te dices a ti mismo. Es decir, a la conversación que mantienes contigo mismo dentro de tu mente.
Y así poder identificar cuándo estás siendo muy autocrítico, o cuando estás buscando el perfeccionismo…
Cuando logras observar los pensamiento dejas de estar “tomado” por ellos. Y es un terreno en el que gradualmente vas avanzando y haciéndote del control pero con la constancia.
Es importante decir que la meditación es la herramienta más poderosa para hacer este trabajo. Si meditas, por ejemplo todas las mañanas, estarás “mejor equipado” para eliminar los pensamientos que producen el autoboicot.
2) Ponerlo por escrito:
Escribir lo que sientes o piensas sobre algo en una hoja de papel es siempre una excelente forma de aclarar tus pensamientos e identificar autoboicots.
Lo que hace poderoso al acto de escribir es que justamente sacas la información de tu mente y puedes verla desde otro ángulo, y ahí es cuando te das cuenta.
Muchas veces por pereza, seguimos dándole vueltas a un mismo pensamiento sin darnos cuenta que con un simple ejercicio como escribir nos puede dar una gran ayuda.
3) Cuestiónate:
Cada vez que tengas un pensamiento que va en contra de lo que tu quieres.
Todos aquellos como: “no lo voy a lograr”, “no me lo puedo permitir”, “no soy capaz”, “no saldrá bien”
Haste preguntas del tipo: Y si esto no es cierto? Por Qué podría ser de otra manera?
Este tipo de preguntas abiertas son muy poderosas y hacen que tu mente busque información nueva.
Parte de lo que se puede hacer con en una sesión de reprogramación es aprender algunas técnicas específicas de desprogramación. Con estas puedes cortar el circuito repetitivo de ciertos pensamientos negativos para que te dejen en paz y no vuelvan más. ¡Realmente funciona y es increíble!
4) Reprográmate
La reprogramación mental es una forma muy eficaz de encontrar cuál es el autoboicot que estás teniendo para conseguir algo y neutralizarlo con ejercicios para que deje de activarse.
En la repro trabajamos en base a un objetivo que quieras conseguir, y con una o algunas sesiones podemos eliminarlo para que quedes con potencial completo para lograr eso que te has propuesto.
Lo bueno de la reprogramación es que el proceso, además de efectivo, es muy emocionante ya que tu mismo/a podrás tener respuestas de tu subconsciente, darte cuenta de porqué tiene sentido que te esté pasando este autoboicot y sentir el alivio de quitarte eso de encima.
Si quieres vivir este proceso liberador y empoderador, te puedo ayudar y puedes ver más info AQUÍ.
Espero que hayas encontrado útil toda la info que te compartí en este artículo.